¿Estadio o estadío?

Cuando hablamos de estadio como 'recinto donde se celebran competencias deportivas' no dudamos de que su pronunciación sea es-ta-dio. Sin embargo, la palabra también es sinónimo tiene el significado de 'etapa o fase de un proceso'. Es en esta acepción que existen dos pronunciaciones y por lo tanto, dos escrituras: es-ta-dio y es-ta--o.

Yo pronuncio como la segunda, pero parece que está mal.

estadio. 1. ‘Recinto en que se celebran competencias o competiciones deportivas’: «El estadio está a reventar» (Morena Silencios [Esp. 1995]). El uso del latinismo stádium es innecesario, y se debe más al influjo inglés que a razones cultistas: «Salimos para el stádium El Campín, a ver el segundo juego entre el Millonarios y el Real Madrid» (Che/Granado Viaje [Arg. 1992]). Es inadmisible la forma estádium, que no es ni latina ni española.
2. También significa ‘etapa o fase de un proceso’: «Su efecto letárgico y apaciguador iba cediendo paso a una fase de euforia activa, cuyo estadio siguiente era la sed» (Aguilar Golfo [Méx. 1986]). Es errónea la acentuación estadío, a pesar de ser frecuente en textos médicos.

(Fuente: DPD)

¿Alrededor de él o alrededor suyo?

Las gramáticas suelen mencionar que no se considera correcto el empleo de un adverbio delante de un posesivo (mío, tuyo, suyo, etc.).

En este sentido, se desaconseja el uso de expresiones como delante mío delante suyo y se sugiere para estos casos el uso de delante de mí, delante de él.


El otro día, mientras corregía un libro, me encontré con la frase alrededor suyo y esta me despertó la duda. A pesar de que según la normativa, por lo que explico antes, no era correcta, me parecía que no estaba mal su empleo. Busqué en el Diccionario panhispánico de dudas y encontré esto:

Alrededor. 1. Adverbio que significa ‘en torno a algo’ o ‘por el perímetro de algo’. Suele ir seguido de un complemento precedido de la preposición de:

Se sentaron alrededor del fuego;
Daban vueltas alrededor de la plaza.

Es legítimo el uso del adverbio seguido de los posesivos plenos mío, tuyo, suyo, etc.:

«Mira mi padre alrededor suyo»

Se justifica este uso porque el adverbio alrededor está formado por la contracción al seguida del sustantivo rededor (‘contorno’):

«Se trata de ir bordando todo el rededor»

Así que ya saben: las dos a la final.

Comillas en combinación con otros signos de puntuación

Esta es una duda que me vuelve todo el tiempo. ¿Qué pasa cuando un texto que está entre comillas incluye un enunciado que finaliza?

Esta es la regla:

El texto que va dentro de las comillas tiene una puntuación independiente y lleva sus propios signos ortográficos. Por eso, si el enunciado entre comillas es interrogativo o exclamativo, los signos de interrogación y exclamación se escriben dentro de las comillas:

«¿Dónde están los baños, por favor, le preguntó al conserje.

«¡Qué ganas tengo de que lleguen las vacaciones!», exclamó.

Cuidado:

De esta regla debe excluirse el punto, ya que cuando el texto entrecomillado abarque la parte final de un enunciado o de un texto, se escribirá punto detrás de las comillas de cierre.


«No está el horno para bollos». Con estas palabras zanjó la discusión y se marchó.

Incluso si delante de las comillas va un signo de cierre de interrogación o de exclamación, o puntos suspensivos, deberá colocarse punto detrás de las comillas de cierre cuando lo que va entrecomillado constituye el final de un enunciado o de un texto:

«¿Dónde te crees que vas. Esa pregunta lo detuvo en seco.

«Si pudiera decirle lo que pienso realmente...». A Pedro no le resultaba fácil hablar con sinceridad.

¿Comillas o cursiva?

Las comillas altas (“ ”) o las bajas (« ») se usan tanto para citar textualmente como para destacar expresiones que tienen algún tipo de particularidad. Lo que genera confusión es que la principal función de la letra cursiva es el realce (por ejemplo, una palabra, oración o texto que se usa en un sentido especial o que se quiere destacar porque no pertenece a nuestra lengua). En este sentido, muchas veces los que escriben presentan dudas entre estas dos opciones.

Aquí van dos usos que suelen generar problemas:

1) Extranjerismos:
El Diccionario panhispánico de dudas advierte que en textos impresos en letra redonda es recomendable reproducir los extranjerismos crudos (aquellos que no están incorporados en nuestra lengua) en letra cursiva en vez de escribirlos entrecomillados. Si el texto está en cursiva, entonces sí es frecuente el uso de las comillas:

«En el salón han puesto una boisserie que les ha costado un dineral».
o
«En el salón han puesto una "boisserie" que les ha costado un dineral».

2) Énfasis para resaltar importancia
En determinados contextos en los que se busca enfatizar algo, pero solo para resaltar la importancia de una o varias palabras, no se aconseja el uso de comillas ya que uno de sus usos habituales es el de la ironía y esto podría confundir al lector. Tampoco la cursiva, ya que el realce que sugiere esta tipografía no se vincula con este uso.

Énfasis:
«Es muy importante que traigan todos los documentos».

Ironía:
«Parece que últimamente le va muy bien en sus «negocios».

¿El primer acta o la primera acta?

La semana pasada recibí una consulta de un lector de Venezuela que quisiera compartir porque presenta una duda que me pareció muy interesante.

Lo que planteaba era lo siguiente:

Sabemos que en español existe una regla que indica que cuando un sustantivo femenino comienza con a tónica (es decir que se acentúa en su pronunciación, independientemente de si lleva o no tilde), debemos cambiar el artículo femenino la por el para evitar la repetición de sonidos a:

«El agua» y no «la agua». «El águila» y no «la águila».

A pesar de este cambio en el artículo, los sustantivos siguen manteniendo su género. Es por eso que cuando tenemos que calificar la frase usamos un adjetivo femenino:

«El agua cristalina» y no «el agua cristalino».
«El águila guerrer y no «el águila guerrero».

Hasta aquí a nadie se le presenta un problema, dado que más de una vez hemos escuchado o leído construcciones de este tipo. La cuestión surge cuando tenemos que colocar un adjetivo antes del sustantivo. Lo que esta persona me preguntaba era si debíamos, en ese caso, mantener la misma lógica.

¿Deberíamos decir «el primer acta», en lugar de «la primera acta»? Y si fuera «el primer acta», ¿diríamos «el primer acta registrada»?

Mi respuesta fue la siguiente:

La regla de sustitución del artículo queda sin efecto si entre el artículo y el sustantivo se intercala un adjetivo.
No se debe decir *«un enorme águila», sino «una enorme águila».

En este caso, primer es un adjetivo, así que deberíamos aplicar la misma regla:
«La primera acta registrada».