Cuando no indican el cierre de la oración, la palabra siguiente se escribe en minúsculas:
«Mi hermano me regaló... ¡una cafetera!»
En cambio, cuando lo que sigue introduce un enunciado nuevo, se emplea mayúsculas:
«La pasábamos tan bien en las fiestas con mis padres... No puedo hablar de eso sin ponerme a llorar».
«Mi hermano me regaló... ¡una cafetera!»
En cambio, cuando lo que sigue introduce un enunciado nuevo, se emplea mayúsculas:
«La pasábamos tan bien en las fiestas con mis padres... No puedo hablar de eso sin ponerme a llorar».