Hay expresiones que han sido cristalizadas por el uso y por eso no nos detenemos a pensar en su sentido.
La frase «totalmente gratuito/a» se compone de un adjetivo (gratuito/a) y un adverbio que lo modifica (totalmente). Por definición, totalmente significa 'enteramente, del todo', mientras que gratuito, implica que algo no cuesta dinero, o que se consigue sin pagar.
En este caso, no existen las medias tintas: cuando algo posee la calidad de gratuito, es porque no pagamos nada para conseguirlo. No tiene sentido, entonces, decir que algo es «totalmente gratuito». Alcanza con decir «gratuito».
1 comentario:
La culpa del "absolutamente gratis" la tienen los vendedores tipo "llame ya". Tanta mentira de que las cosas son gratis peeeeero hay que pagar un pequeño costo de traslado, impuesto, etc., que no les queda otra que poner más énfasis para que te creas que es gratuito de verdad.
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