Cursiva en extranjerismos

Son extranjerismos las palabras que pertenecen a otras lenguas, pero que están incorporadas al español. Lo que suele causar confusión es que en algunos casos se deben escribir en letra redonda y en otros, en cursiva.

La norma pide que se emplee cursiva cuando se conservan la grafía y la pronunciación originales. Es decir, en estas palabras se pueden observar rasgos gráfico-fonológicos ajenos a la ortografía del español. Por ejemplo, la forma jazz (que nosotros pronunciamos como «yaz» y que contiene la doble z), o el término software, entre otras.

En cambio, se mantienen en redonda las que han sido incorporadas a la lengua porque no incluyen combinaciones gráficas ajenas a las nuestras, ni suponen una pronunciación diferenciada. Es el caso de los términos web o sándwich.

Desde mi punto de vista, el asunto tiene algunos bemoles, ya que si siguiéramos a rajatabla la norma, deberíamos escribir siempre pizza en cursiva (la zz no es propia del español) y es una palabra muy incorporada a nuestro vocabulario cotidiano como para enajenarla así. También debería asumirse que todo el mundo pronuncia la d final en la palabra récord. De todos modos, el criterio es claro y es práctico: la cursiva cumple la función de resalte, y sirve para advertirle al lector que esa palabra no se pronuncia con los códigos del español. 

Sufijo -esco/ -esca con «s»

Hay muchos trucos para no cometer errores. Uno de ellos es apelar a la memoria ortográfica sobre la forma de los sufijos. Por ejemplo, la partícula -esco/-esca siempre se escribe con s. No existe la variante ezco/ezca, por lo que si se recuerda la grafía de palabras como novelesco o pintoresco, no debe existir la duda.


Coma en enumeraciones con la conjunción «y»

La coma antes de la conjunción y suele confundir a la gente. Esto sucede porque la normativa establece que no va coma antes de una y que cierra una enumeración.

Se reunieron Pablo, Matías y Ana.

Sin embargo, existen excepciones a esto. Por ejemplo, los enunciados en los que el nexo y se usa para enlazar un elemento con un valor semántico marcadamente diferente del resto. En general, este introduce una conclusión o una consecuencia:

Se reunieron temprano, llamaron a los supervisores, hablaron con el personal, y resolvieron el problema.

Ocurre algo similar en algunas enumeraciones cuyo último elemento se conecta con una frase que supone un cambio de significado en relación con el resto:

Miranda lo llamó, le explicó la situación, le pidió disculpas, y él seguía manteniendo su actitud.

En este último ejemplo, se presentan distintos sujetos gramaticales, por lo que, en rigor, la y no cierra la enumeración, sino que conecta dos proposiciones. La primera contiene la enumeración (lo llamó, le explicó la situación, le pidió disculpas) y la segunda, una nueva frase (él seguía manteniendo su actitud) que tiene relación semántica con lo anterior.

Espero que esto aclare dudas sobre por qué a veces antes de una y sí va coma. Estén atentos, de todos modos, ya que no es un caso tan frecuente.

¿Navidad o navidad?

Esto es ya bastante conocido, pero por si hay algún despistado en la sala —y también para aprovechar y dejarles un saludo—, les recuerdo que Navidad es un sustantivo propio, por lo que debe escribirse con mayúscula inicial. El mismo criterio se aplica a las fiestas de Año Nuevo, Reyes y Nochebuena.

Lo que quizá pueda confundir a algunos es que en la frase «feliz Navidad», la palabra feliz es un adjetivo que no integra el nombre de la festividad; por eso va con minúscula. Además, si se utiliza el plural Navidades, el uso con minúscula está aceptado. Esto último me parece bastante acertado, dado que la palabra a veces se emplea como si fuera un sustantivo común, por lo que es lógico escribirla así:
«Él pasaba todas las navidades con su madre y su perro».

En fin, ya sin que importe la norma, ¡feliz Navidad para todos los lectores de este blog!



Cursiva en metalenguaje

En muchos textos de carácter pedagógico, se emplea la cursiva para introducir una idea y explicarla: 

«Un fonema es la unidad fonológica mínima que, en un sistema lingüístico, puede oponerse a otra unidad en contraste de sentido».

No es algo establecido por las normas de ortografía, sino que corresponde al ámbito de la ortotipografía. Este conjunto de normas que regulan el empleo de los signos tipográficos postula que una de las funciones de la cursiva es el realce de la palabra. Cuando la finalidad de un texto es didáctica, el recurso tiene el objetivo de destacar la palabra que se está definiendo. A esto se lo denomina empleo en metalenguaje.

Algunos tienen dudas sobre si este uso es equivalente al de las comillas. Lo que se suele recomendar es que si es posible, es preferible la cursiva. Cuando no es viable técnicamente, entonces se elige otra opción, como pueden ser las comillas o el subrayado. Por ejemplo, en un manuscrito, el empleo de la cursiva no es sencillo, por lo que para estos casos se opta por las comillas.

¿Paranóico o paranoico?

La forma válida se escribe sin tilde.

En diferentes ocasiones he visto tildada la palabra paranoico/a y creo que esto se debe a un problema de percepción en la pronunciación del sufijo -oico. Como palabra grave o llana, no debe llevar tilde: pa-ra-noi-co. Sin embargo, intuyo que algunas personas no notan que la secuencia oi forma diptongo y pronuncian la palabra como esdrújula: pa-ra-no-i-co. Quizá algunos agreguen cierto énfasis en la vocal abierta o que produzca un alargamiento en su dicción y a partir de ello, deduzcan erróneamente que la palabra es esdrújula. Es una conjetura, ¿cuál es la de ustedes?

Puntos suspensivos y uso de mayúscula

Se emplean los puntos suspensivos en lugar del punto final, para dejar abierta alguna idea o cuando la intención es la de poner suspenso en una frase.
Cuando no indican el cierre de la oración, la palabra siguiente se escribe en minúsculas:
«Mi hermano me regaló... ¡una cafetera!»
En cambio, cuando lo que sigue introduce un enunciado nuevo, se emplea mayúsculas:
«La pasábamos tan bien en las fiestas con mis padres... No puedo hablar de eso sin ponerme a llorar».

Casos especiales de concordancia IV: lo + adjetivo + que

A algunas personas se les presenta la duda sobre cómo concordar el adjetivo en una frase que contenga la siguiente estructura: «Lo + adjetivo + que»:

¿Debe decirse «lo importante que son los amigos» o «lo importantes que son los amigos»?

La norma plantea que importante debe concordar en género y número con el sustantivo al que se refiere: amigos. Es decir, el artículo «lo», en estos casos, no vuelve invariable al adjetivo; por lo tanto, no se debe asumir que este deberá ir siempre en masculino singular.

Así, deberá decirse «lo importantes que son los amigos», «lo buenas que son sus referencias», «lo necesaria que resulta su presencia», «lo fuerte que es su carácter».